El juego no ha terminado.
Tras un breve interludio de paz y tranquilidad en el que Katniss Everdeen añora el regreso de la normalidad y a su antigua vida se da cuenta de que ya no existe, todo cambio desde el momento en que se ofreció voluntaria para salvar la vida de su preciada hermana Primrose, ahora enjaulada entre las artimañas de Capitolio y el papel de enamorada no es cociente de que su destino fue sellado desde el momento en que tomo las vallas y las utilizo en contra del capitolio.
Un nuevo mal se vecina, Los próximos juegos del Hambre se sirnen sobre ellos callendo como una bomba que desgarra sus cuerpos, la amenaza de la arena nuevamente en sus cabezas, los tributos seleccionados esta vez entre los Vencedores de cada distrito. Los rebeldes utilizándola como ejemplo y el capitolio apuntando las armas a sus seres queridos.
Y al final de todo, después de las pesadillas, el temor constante, las amenazas, los levantamientos rebeldes y cada pensamiento terrorífico que el capitolio puede volver realidad sobre ella o su familia, al pisar la arena solo lleva un solo pensamiento en su mente, un promesa a la que ella y Hymitch acordaron.
"Peeta debe vivir"
Personalmente el libro me pareció muy bueno aun que en el momento en que el escritor anuncia que los protagonistas tendrán que regresar a la arena me resulto un poco chocante debido a que presentí que la escritora intentaría volver el tema su ganso de huevos de oro pero resulta muy satisfactorio según avanza la historia y el suspenso desenlace de este nuevo torneo le da un gran toque.
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